sábado, 9 de enero de 2016

Relatos de un paciente: mi experiencia con el ácido valproico

Apreciado lector y/o visitante de tan apreciado blog, buenas noches y mañanas dependiendo del lugar en el que se encuentren vosotros, nunca como hoy, me he sentido de una pasmosa paz, pero esto se debe en parte a mi vigente tratamiento para mis crisis de ansiedad, derivados del Síndrome de Asperger. 

Comenzando en primer lugar, antes del 24 de noviembre del 2015, el otrora especialista consideraba innecesario en aquel entonces, mi sometimiento ante tratamientos para controlar la sinomática derivada con respecto a mi condición psicosocial, para la fecha de los sucesos; él renunció al consultorio en donde siempre acudía a causa de mi déficit de atención con hiperactividad. Posterior a esta fecha, y con nueva especialista, ella misma tomó cartas en el asunto en cuanto a mis crisis de ansiedad derivados a la mala distribución de tiempo, y al estar expuesto ante causas estresantes, porque al más mínimo ruido o distracción, totalmente entraría en un caos absoluto.

Mi nueva psiquiátra, aparte de reducir la dosis de Ritalina, entró con pie derecho con relación al nuevo tratamiento, digo nuevo porque al percatarse de su objetividad y al darse cuenta de que algo andaba mal con mi ser, decidió iniciar con 500 mg de Ácido valproico,  una cápsula en la mañana y la otra en la noche; al combinar con el metilfenidato, desde el principio del tratamiento, sentía algo de descompensación; debido a que mi organismo no estaba acostumbrado a someter esa clase de fármacos, pero todo es cuestión de dias para asimilarlo, y los días transcurren como adulto mayor sentado en su banca, regando su porción de maíz a las palomas... Pero esa paz era lo que estaba necesitando como complemento para el tratamiento; en estos momentos era primero tomar el ácido valproico y minutos después la Ritalina.

Normalmente, cuando transcurrian las tandas de repaso en los laboratorios de electrónica, consistía en un caos absoluto, y no podía concentrarme por más metilfenidato que tenía a la mano; por consiguiente, me tuve que aguantarme hasta no más poder más con esta cantidad de estudiantes a quiénes la palabra "Silencio" brilla por su ausencia.

Ya no más tropiezos, caidas o palabras fuera de mis cabales u otras anomalías derivados de mis estados de ansiedad y de frustración; aunque suena publicidad de radio y televisión, el ácido valproico me está cambiando poco a poco mi modo de pensar y comunicar con el resto del entorno Neurotípico, ya no más miedos al hablar por teléfono ni otras cosas que parezcan triviales a la hora de realizarlas, aunque no es vulgarmente dicho una panacea, ese medicamento si me está sirviendo para nivelar mis exacerbados estados de ánimo, el metilfenidato me ayuda a concentrarme y seguir estudiando aún más.

En la actualidad, me encuentro con 500 mg al acostarme, y 250 mg al despertarme; la vida social, limitada por cierto, se está expandíendose más y más. Espero seguir en tratamiento con ese medicamento y asistir a los controles de carácter mensual.

Un saludo para todos, y que tengan una feliz noche.

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